Envuelve el interior del tazón de 2 qt. con papel de sarán dejando que cuelgue por los lados.
Pon todo el helado en el tazón de la batidora moldeándolo y extendiéndolo uniformemente.
Cúbrelo con film transparente y mételo en el congelador para que se endurezca y hasta que esté listo para usar.
Pon todos los ingredientes del pastel de chocolate en el tazón mezclador de 3 cuartos.
Con la batidora y el batidor de silicona, bate a velocidad alta hasta que estén bien mezclados y reserva.
Engrasa el sartén con aceite de hornear en spray y vierte la masa repartiéndola uniformemente.
Pon la tapa con la válcula Redi-Temp™ cerrada y cocina a fuego lento durante 25 minutos o hasta que esté hecha.
Voltea con cuidado el sartén sobre la tabla de cortar y deja caer el pastel.
Deja enfriar completamente el pastel y tápalo para evitar que se seque.
Pon 1 taza de agua en la olla y llévala a ebullición.
Cuando hierva, baja el fuego a medio-bajo para que hierva a fuego lento y coloca el tazón encima.
Pon las claras de huevo, el azúcar y la sal en el tazón de mezcla de 5 cuartos y, con la batidora y el batidor de silicona, bate a velocidad media hasta que estén bien mezclados.
A continuación, remueve y raspa constantemente la mezcla de claras de huevo para evitar que se cocine y sigue removiendo hasta que el azúcar se haya disuelto por completo y la mezcla alcance una temperatura de 160°f.
Retira con cuidado el tazón, ponlo en una tabla de cortar y, con ayuda de la batidora y el batidor de silicona, empieza a batir a velocidad media.
Vierte el jugo de limón y el extracto de vainilla y sigue batiendo a velocidad media hasta que se formen picos suaves.
Sube la velocidad a alta y sigue batiendo hasta que se formen picos duros.
Pasa el merengue a una manga pastelera con la punta que prefieras o reserva el tazón.
Para montar el alaska al horno, coloca el pastel en el plato que prefieras o en una tartera.
Desenvuelve el helado y colócalo justo encima del pastel con la curvatura hacia arriba.
Decora con el merengue que cubre el helado y el pastel, cubriéndolo por completo con picos.
Con un soplete, quema el merengue dándole un efecto quemado.
Envuelve el interior del tazón de 2 qt. con papel de sarán dejando que cuelgue por los lados.
Pon todo el helado en el tazón de la batidora moldeándolo y extendiéndolo uniformemente.
Cúbrelo con film transparente y mételo en el congelador para que se endurezca y hasta que esté listo para usar.
Pon todos los ingredientes del pastel de chocolate en el tazón mezclador de 3 cuartos.
Con la batidora y el batidor de silicona, bate a velocidad alta hasta que estén bien mezclados y reserva.
Engrasa el sartén con aceite de hornear en spray y vierte la masa repartiéndola uniformemente.
Pon la tapa con la válcula Redi-Temp™ cerrada y cocina a fuego lento durante 25 minutos o hasta que esté hecha.
Voltea con cuidado el sartén sobre la tabla de cortar y deja caer el pastel.
Deja enfriar completamente el pastel y tápalo para evitar que se seque.
Pon 1 taza de agua en la olla y llévala a ebullición.
Cuando hierva, baja el fuego a medio-bajo para que hierva a fuego lento y coloca el tazón encima.
Pon las claras de huevo, el azúcar y la sal en el tazón de mezcla de 5 cuartos y, con la batidora y el batidor de silicona, bate a velocidad media hasta que estén bien mezclados.
A continuación, remueve y raspa constantemente la mezcla de claras de huevo para evitar que se cocine y sigue removiendo hasta que el azúcar se haya disuelto por completo y la mezcla alcance una temperatura de 160°f.
Retira con cuidado el tazón, ponlo en una tabla de cortar y, con ayuda de la batidora y el batidor de silicona, empieza a batir a velocidad media.
Vierte el jugo de limón y el extracto de vainilla y sigue batiendo a velocidad media hasta que se formen picos suaves.
Sube la velocidad a alta y sigue batiendo hasta que se formen picos duros.
Pasa el merengue a una manga pastelera con la punta que prefieras o reserva el tazón.
Para montar el alaska al horno, coloca el pastel en el plato que prefieras o en una tartera.
Desenvuelve el helado y colócalo justo encima del pastel con la curvatura hacia arriba.
Decora con el merengue que cubre el helado y el pastel, cubriéndolo por completo con picos.
Con un soplete, quema el merengue dándole un efecto quemado.