Como los recetaba nuestra abuela.
Las abuelitas siempre parecen tener a mano el alivio de cualquier malestar. Si te duele el estómago, te dan un té. Para el dolor de muela, alguna compresa. Y es que crecieron confiando en los remedios caseros. Si añoras estos métodos naturales y deseas usarlos como complemento a la medicina tradicional, a continuación, te compartimos algunas alternativas.
Miel de abeja: Prueba tomando una cucharada de miel sola o mézclala con unas cucharaditas de jugo de limón, recién exprimido. Asegúrate de tomarla lentamente.
Rábano y miel: Corta dos rábanos en trocitos pequeños y colócalos en un recipiente; cúbrelos con miel de abeja. Si deseas, puedes agregar también cebolla picada. Déjalos reposar en la nevera durante toda la noche, hasta que la miel haya tomado una consistencia líquida. Se recomienda tomar tres cucharaditas de este jarabe al día.
Jengibre: Prueba masticando un pedacito de jengibre. El zumo que suelta te puede ayudar a calmar la irritación de la garganta.
Manzanilla: Hierve agua con flores frescas o secas de manzanilla y tómala cuando aun esté caliente.
Tomillo: Pon a hervir una taza de agua con una cucharadita de hojas secas de tomillo por unos segundos. Bébela lentamente como un té cualquiera.
Orégano: Prepáralo de la misma forma que la infusión de tomillo. Es recomendado para calmar la indigestión.
Jengibre: En una taza de agua hirviendo, coloca un trocito de jengibre y déjalo reposar por unos minutos; toma esta agua lentamente.
Café: Por sus propiedades desinflamatorias, tomar café negro puede ayudar a calmar el dolor de cabeza.
Té de manzanilla: La manzanilla también puede ser una poderosa arma para calmar los nervios. Si te sientes estresado y con dolor de cabeza, tomar un té de manzanilla puede ayudar a relajarte.
Bicarbonato de sodio: Mézclalo con agua hasta formar una pasta y colócalo sobre la picadura para ayudar a calmar el ardor.
Lávate las manos: Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades afirman que lavarse las manos es como la vacuna que tú mismo te puedes poner. Así que vuélvelo tu hábito número 1 para evitar enfermedades.
Usa hilo dental: Todas las noches antes de cepillarte los dientes, dedica unos minutos para limpiarlos con hilo dental. Hacerlo es muy importante porque te ayudará a prevenir enfermedades bucales y ahorrarás tu dinero en visitas al dentista.
Toma agua: Este líquido vital limpia toxinas, regula tu digestión e incluso puede a ayudarte a calmar y prevenir dolores de cabeza.